Esta jovencita de 17 años sueña con ser la mejor ingeniera de petróleos de la región. Es una de las estudiantes más destacadas del Huila y beneficiaria del programa Bachilleres por Colombia ‘Mario Galán Gómez’ de Ecopetrol.
LEYDY SULAY TORRA
LA NACIÓN, NEIVA
Entre diplomas, menciones de honor y las mejores calificaciones, María Angélica García construye a pulso sus sueños.
Jovial, alegre, responsable y emprendedora, así es esta opita de pura cepa que espera convertirse en la mejor ingeniera de petróleos de la región.
Sus logros académicos son el mayor orgullo para su familia, en especial para su abuela Miriam, que desde los seis años ha sido su ángel de la guardia.
“Desde muy chiquita me gustó el estudio, siempre estuve en los primeros puestos”, comentó.
María Angélica desde sus primeros años fue una ‘pila’ y se destacó ocupando el primer lugar en la Institución María Cristina Arango, donde curso su primaría. Al continuar con su formación académica nada cambió; siguió cosechando éxitos y logros en el Liceo Santa Librada, donde se graduó con honores en 2009. Además es una de las mujeres con mejor puntaje Icfes en la capital del Huila.
3“Siempre me destaqué; al Liceo le debo mucho, me aportó mucho para mi vida”, dijo esta jovencita amante de las matemáticas y la oratoria, para quien hablar en público no tiene problema.
La noticia
Aunque su familia es humilde y no cuenta con muchos recursos, esto no ha sido impedimento para lograr lo que día a día se propone.
A sus 17 años cursa segundo semestre de Ingeniería de Petróleos en la Universidad Surcolombiana y es una de las beneficiadas del programa Bachilleres por Colombia ‘Mario Galán Gómez’, de Ecopetrol, que premia a los mejores del país.
“Escogí la Universidad Surcolombiana porque no tenía dinero para irme a una universidad privada o en la Nacional en Bogotá; mi sueño era ingresar a una muy buena universidad, y la Surcolombiana lo es, por eso no lo dudé”, explicó María.
Su objetivo es convertirse en una ingeniera pero la especialidad no la había definido.
“Siempre quise ser ingeniera pero el problema era la especialidad, debía escoger si Agrícola o Petróleos, pero al final me incliné por petróleos, me llamó la atención y el puntaje me servía, así que ingrese con toda y estoy feliz”.
Una llamada cuando estaba en clase de física le cambió el panorama.
“Me timbró el celular tres veces, contesté y me dicen: ‘te ganaste una beca de Ecopetrol’; no lo creí, pensé que era una broma pesada. Dije: ‘cómo se van a enterar que la necesito’, pero probé; mandé los papeles, empecé a conocer del programa de las becas y sus beneficios y estoy dichosa”, dijo María Angélica, quien espera realizar una especialización.
“Hasta el momento me gusta la petroquímica pero no podría decir que voy a estudiarla porque me falta mucho por ver, pero sí me llama la atención”.
Vida de servicio
Además de ser una estudiante consagrada, María Angélica tiene otra pasión y es el don del servicio. Es por eso que desde hace varios años es voluntaria en la Cruz Roja.
“Estoy en la parte de Juventud, trabajo en servicio social con los chicos, brigadas educativas a los colegios y oriento algunas capacitaciones. Por eso los sábados y fines de semana me dedicó a trabajar con temas de juventud”, indicó.
En un reciente viaje a Antioquia recibió capacitación sobre ‘Desarrollo de habilidades de liderazgo’, razón por cual ayer orientó un taller sobre cómo ser líder a 30 voluntarios de la ciudad.
En familia
La mayor parte de su tiempo la comparte con su abuelita Miriam Villamil, para quien su nieta es la luz de sus ojos y el motivo de sus alegrías, luego de que los padres de María Angélica se separaran.
“Mi abuela es la persona con la que siempre he vivido; mi tío nos da la mano con mi abuelita siempre cuando nos falta algo. Mi mamá está de visita, junto a mi hermanita, que fue una sorpresa, porque no me esperaba a estas alturas de mi vida tener una, pero es una bendición”, indicó.
Para Miriam, la situación no ha sido fácil. Los gastos del hogar y las obligaciones no se hacen esperar, pero su voluntad de formar una gran mujer, es su mayor anhelo cada día.
“Desde que tenía seis años la tengo; la mamá se fue para otro país y le mandaba unos pocos pesos, así que empecé a vender almuercitos y le dije: ‘tranquila que vamos a salir adelante y la vamos a apoyar’”, explicó la señora Villamil.
María vendió chocolatinas para pagar en el colegio las fotocopias, los útiles y los demás gastos.
“Le hago chocolatinas para que ella venda para sus recreos. Cuando no tengo, porque una sola persona para pagar arriendo y servicios es difícil, le digo ‘colabóreme’ y ella las venden y me dice ‘a mi no me da pena, abuela, porque es para mis cosas’”, dijo la abuelita, para quien su nieta es el regalo más grande.
“No le exijo oficios, sino que entregue buenas notas y hasta ahora no me ha fallado gracias al Señor”.
El sueño
Para esta jovencita de pocos amigos, que disfruta la música y le encanta cantar, dormir es uno de sus pasatiempos.
“Escucho música, todos los géneros me gustan; no canto lindo pero soy feliz haciéndolo hasta en el baño, todos se aburren pero me gusta, además de estar con mis amigos, relajarme y dormir, que me encanta”.
María Angélica espera cumplir sus sueños y brindar un mejor futuro a sus padres y abuelos.
“Seguiré con mi sueño de ser una excelente ingeniera, con un campo laboral definido; no me conformo con pequeñas cosas, siempre intento ir mas allá, no quiero solo un pregrado, también aspiro a un postgrado e ir avanzando académicamente, crecer como persona y como profesional, ese es mi sueño y sé que lo lograré”, puntualizó.
María Angélica García seguirá cosechando triunfos para demostrar que los sueños sí se cumplen.
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