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Siete formas distintas de ver a la Universidad

La Universidad del Valle otorgó el Doctorado Honoris Causa a Justo Nieto Nieto, rector de la Universidad Politécnica de Valencia, en España, por sus aportes a la ingeniería. En su discurso de investidura, Nieto hizo una interesante reflexión (a partir de su propia experiencia) sobre las distintas miradas que hay en torno de la Universidad.

Estas miradas son: La del alumno (de felicidad), la del profesor (de pánico), la del investigador (de éxtasis), la del gestor (de contradicción), la del político (de beneficiario y explotado), la del intelectual (de hambre) y la del espectador (independiente).



Aquí está el discurso:

SIETE MIRADAS A LA
UNIVERSIDAD
Por JUSTO NIETO NIETO
Investidura Doctor Honoris Causa
Universidad del Valle
Santiago de Cali (Colombia)
4 de octubre 2010


La Universidad del Valle me ha confiado la custodia del galardón
más preciado que una Universidad puede otorgar: Doctor por Causa
de Honor. Entre las razones de la decisión se deben encontrar aquellas
que proceden de hechos cuya paternidad o maternidad se me supone,
y que son consecuencia de una plena dedicación a lo Universitario,
privilegio este que me ha permitido convivir con muchas de las miradas
de todo lo que la Universidad legitima.
Mi intervención versará sobre siete de estas miradas: la del Alumno,
la del Profesor, la del Investigador, la del Gestor, la del Político
responsable de políticas universitarias, la del Intelectual y la del Espectador.
Las miradas del Alumno, del Profesor y del Investigador, son
miradas formales. La del Gestor, la del Político y la del Intelectual son
miradas necesariamente transgresoras.
Las tres primeras miradas observan orden, las tres segundas observan
caos, y su coexistencia y vitalidad en lo Universitario es fundamental,
pues “sin orden no hay vida, pero sin caos (un poco) no hay
evolución”. La séptima, la del Espectador, suele ser una mirada más
bien de reojo, nostálgica, compasiva, fatalista… Para cada mirada
expondré brevemente lo que, en mi opinión, debiera verse y algunas
anécdotas de lo que realmente vi. A la mirada del intelectual le
dedico un poco más de atención.
LA MIRADA DEL ALUMNO
Suele ser una mirada de felicidad. Y no es por lo que pudiera pensarse
de cómo “se lo organizan” los jóvenes, sino porque es una etapa
en donde se aprende poco. Se dice que cuanto menos se sabe más feliz
se es, y a la inversa, cuanto más se sabe, se sabe que más se ignora.
Pero la infelicidad del saber no viene de la magnitud de lo ignorado,
sino de la dificultad de ser éticamente coherente con lo sabido.
SIETE MIRADAS A LA
UNIVERSIDAD
Por JUSTO NIETO NIETO
Investidura Doctor Honoris Causa
Universidad del Valle
Santiago de Cali (Colombia)
4 de octubre 2010
Universidad del Valle 65 años de Excelencia
En mi caso, fue una mirada deformada. En el primer grado de cinco
años de los dos grados que cursé, lo simultaneé con el trabajo en
jornada completa de 42 h semanales de mecánico de mantenimiento
de buques petroleros. En el segundo grado también de cinco años
(que lo cursé en tres años adelantando dos), también lo simultaneé
con el trabajo de Profesor con dedicación exclusiva. Recuerdo tres
anécdotas de mi forma de ser de estudiante. La 1ª es que estaba en
todo momento en condiciones de ser examinado de lo recibido hasta
ese día. La 2ª es que cuando me examinaba, además de hacer el examen,
y como habitualmente me sobraba tiempo, escribía de temas y
otras cuestiones de la asignatura no preguntadas en el examen, por
las que el profesor tenía querencia, ¡qué profesor no la tiene! y las
entregaba conjuntamente con el examen. La 3ª anécdota es que, en
el segundo grado que cursé en tres años, adelantando dos, a veces
tenía dos exámenes de cursos y materias diferentes a la misma hora,
en aulas distintas. Con esfuerzo y alguna que otra peripecia hacía los
dos exámenes simultáneamente.
LA MIRADA DEL PROFESOR
Suele ser de pánico, al menos durante los primeros años por dos
razones: porque “dar bien” una clase tiene “su ritual” que debe ser
previamente preparado, y a veces no es posible, y porque el Profesor
está esperando siempre que los alumnos le hagan aquella pregunta
que no sabe responder y así “desprestigiarse” ante ellos. Ya se sabe
que en la vida se puede vivir sin prestigio pero no se puede vivir
desprestigiado.
De mis primeras miradas de Profesor destaco una anécdota. Daba
nueve horas de clase a la semana en dos asignaturas, como consecuencia
de mi puesto de Profesor Adjunto Numerario. Además, el
Catedrático responsable de la Cátedra me hacía el honor de dejarme
dar otras seis horas más, de sus clases, para que fuese adquiriendo
experiencia. En total quince horas semanales de clase-pánico.
LA MIRADA DEL INVESTIGADOR
Suele ser una mirada de éxtasis. El Investigador sabe que está creando
conocimiento aunque muchas veces no sepa cuál es el destino
de su investigación, ni si su esfuerzo será recompensado. La mirada
del Investigador es como la mirada de la mujer embarazada que se siente
portadora en su vientre de un mandato divino que le trasciende.
También el Investigador se siente destinado a prestar su mente-vientre
para que ahí engendre la Ciencia el fruto del conocimiento, y a partir
de ahí irradiarlo, sin coartada para la ignorancia, por todo el mundo,
como un bien democrático de consumo de la Humanidad. Cosa esta,
impensable hace solo unos años.
En mi caso también esta mirada fue atípica, pues inicié mi etapa
investigadora estudiando el comportamiento de los álabes axiales en
régimen transónico, consiguiendo recursos económicos estatales para
financiar la adquisición de equipos de laboratorio y para mi propio
salario. El director de la Investigación me rogó que cediera todos los
recursos económicos asignados a pagar mi salario de dos años para la
compra de más equipos. No me pude negar.
Una segunda Investigación que condujo a mi tesis doctoral, fue
sobre Síntesis de Mecanismos, tema por entonces no conocido en
España. Formulé varios teoremas, se editó un libro y se lograron
otras aportaciones ante la indiferencia de la realidad que no quiso
aprovecharse de ellas. Yo entonces pensé… pues peor para la realidad.
Una tercera Investigación se inició en contacto con la Medicina.
La cooperación del personal de servicio de la UPV hizo posible que
pudiésemos ensayar trozos de esqueleto reales procedentes de las piscinas
de Anatomía de la Facultad de Medicina. Hoy, el Instituto de
Biomecánica de Valencia, es heredero de aquella actividad.
LA MIRADA DEL GESTOR
Es una mirada contradictoria, porque, por una parte, en la Universidad
española solo se puede mandar lo que se quiere obedecer pero,
por otra parte, en estas condiciones no merece la pena ser Gestor
Dominante. Ni merece la pena ni es pertinente, porque la Universidad
es, en esencia, Anticipación acreditada en dos frentes: en el de
formar hombres y mujeres para su inserción y triunfo en la Sociedad,
y en el frente de formar con otros actores el cluster local o plataforma
competitiva de lo global. Esta Anticipación se traduce habitualmente
en cambios que a veces no son aceptados. Por eso se dice que la Universidad
es cambio innovador o no es.
La Universidad española que me encontré cuando accedí al Rectorado
de la UPV se caracterizaba por tres déficits:
1º. A la Universidad no le interesaban los compromisos con la Sociedad
próxima, ni con la Sociedad remota.
2º. El Gestor tendía a hacer a todos los demás a su imagen y semejanza.
3º. La Universidad española continuó desarrollando y mostrando
en la democracia tres actitudes poco diplomáticas: peligrosa ante
quienes no eran de su ideología, porque la Universidad española ha
Siete Miradas a la Universidad
Universidad del Valle 65 años de Excelencia
tenido, y aun tiene, ideología política; insatisfecha con quien la nutre
de recursos, e insolidaria con la Sociedad real.
La estrategia que yo usé como Gestor fue pragmática y a favor de lo
vital. Estaba basada en tres ideas:
1ª. Ayudar a materializar cualquier iniciativa, facilitando las tareas
que tales iniciativas exigían, y ayudando en tiempo real a los “heridos
en combate”. Decíamos entonces que en el conjunto de las ideas están
las buenas, que la peor iniciativa es la que no se hace, que el primer
empleo para nuestros titulados forma parte de nuestra responsabilidad.
2ª. Ofrecer constantemente propuestas no visionadas, que generaran
elementos de asombro con el fin de ofrecer oportunidades nuevas.
3ª. Hacer creíble con hechos la idea que los únicos “enemigos
políticos” del Rector eran los “alérgicos a la acción”, porque todos los
demás, los que querían y/o podían hacer, tenían estímulos y reconocimiento
por su labor.
Como anécdota tuvimos que cambiar el sistema de votación, ya que
para ser aprobado un tema en Junta de Gobierno, los votos a favor
habían de ser mayores a la suma de los votos en contra y abstenciones.
La fórmula habitual era preguntar: ¿votos a favor? Y comparar el
resultado con el número de asistentes totales, si el número de votos a
favor era mayor que la mitad de los asistentes se aprobaba el tema, en
caso contrario no. Se pasó a preguntar: ¿votos en contra?, que no lo
impedían expresamente los Estatutos.
LA MIRADA DEL POLÍTICO RESPONSABLE DE
POLÍTICAS UNIVERSITARIAS
Es una mirada distante, sin retorno, como la mirada que no encuentra
quien la reciba. El político supone: 1º que el objetivo de las
Universidades es conseguir recursos de los Gobiernos sea como sea,
y 2º, las Universidades son capaces de creer que un político está solo
para dar todo lo que los Gestores piden, y si no: ¿para qué existen los
políticos en este mundo?
En mi caso, como Ministro Regional de la Generalitat Valenciana,
tuve responsabilidad sobre la Universidad, la Ciencia, la Empresa, el
Comercio, el Consumo, la Calidad, la Exportación… Y pude configurar
un modelo de 4-hélices que es el que corresponde a las Sociedades
maduras, creando estructuras, leyes y regulaciones necesarias
para movilizar todo lo que pudiera ser oportunidad empresarial.
LA MIRADA DEL INTELECTUAL
Es una mirada de hambre, de hambriento de justicia y de utopías...
Es mirada que exige respuestas diferentes… Hay que cuidar de estas
miradas por tres razones: porque algunas suelen ser buenas por generosas;
porque algunas suelen ser malas por sectarias y porque algunas
suelen ser rentables por los futuros que imaginan. Está descrito
que discurre más un hambriento, aunque sea de justicia de utopías,
que cien abogados. Si ha habido un sitio en donde el debate ha encontrado
actores y espectadores con tiempo, palabra, imaginación e
impunidad disponibles ha sido en la Universidad.
Mi actitud intelectual y crítica hacia qué y cómo hacemos en la
Universidad ha sido creer que esta ha de ser fundamentalmente Anticipación
acreditada en dos frentes. El primero, formar hombres y
mujeres para su inserción con dignidad en la Sociedad. Esta es la
tarea más importante que una Universidad puede hacer. Y este frente
es Anticipación acreditada, porque Maestros de hoy con memoria de
ayer hemos de explicar lo que ha de ocurrir mañana, o mejor dicho…
explicarle al alumno lo que ha de ocurrirle mañana cuando se inserte
en la Sociedad.
Las enseñanzas, la transmisión de conocimientos, la formación, el
aprendizaje “la carga docente”… son términos con los que se describe un
largo proceso que ha acompañado y acompañará al ser humano hasta el
final de los tiempos para conseguir dos logros fundamentales: conexión
con la Memoria de la Historia para reconocer de dónde viene, situarle
y convivir donde está. Y para que sea capaz de adquirir algunas habilidades
y capacidades relacionales con vista a diseñar sus propios milagros,
o lo que es equivalente, saber a dónde quiere ir y poder llegar. Y este
proceso le lleva “al procesado” casi un tercio de su vida, tanto como su
vida laboral, consumiendo una ingente cantidad de recursos.
Por los resultados conseguidos no es para estar excesivamente satisfechos.
Ni en cuanto a la calidad “del producto acabado puesto en
mercado”, ni en lo relativo a las innovaciones introducidas. ¡Parece
mentira que un joven egresado universitario tenga déficits serios de
cultura-historia-globalidad-habilidades…, después de veintitantos
años de instrucción, y no seamos capaces de hacerle conocer en qué
mundo está y que lo esté con autoestima; de inculcarle alguna habilidad
que sea demandada por la Sociedad; y que tenga gusto por el estudio,
ya que tendrá que “reciclarse” varias veces a lo largo de su vida!
Siete Miradas a la Universidad
Universidad del Valle 65 años de Excelencia
Y eso que sabemos que:
1. Aprender es capacidad de relacionar hechos, ideas, fenómenos…
2. No se sabe cómo esto pasa. Sócrates piensa que sólo se aprende
aquello que ya se sabía. Al menos es así como parece que ocurre. Se
“enciende la bombilla”, en algún momento clave, como consecuencia
de la interrelación de muchos factores: profesor, información, madurez,
otros inputs de la Sociedad…, y entonces parece que se supiese
de toda la vida. Sócrates lo explicita cuando dice a los que lo van a
matar porque enseña cosas malas: “No me matéis, sólo soy un comadrón,
sólo quiero hacer salir lo que el alumno ya lleva dentro”. El
buen profesor debe pretender que esta revelación ocurra en su clase,
provocada por él. Un buen Profesor debe saber que ante él tiene sentado
a un alumno que ha de hacer recorridos de destinos El Profesor
debe decirse a sí mismo en cada acto docente: ¡este es mi momento!
Claro que el alumno también ha de decirse lo mismo.
3. Se sabe que la “revelación”, como ocurre con cualquier proceso
creativo, siempre aparece trabajando. Los caminos de la grandeza no
admiten atajos, son caminos luchados, sufridos, inspirados. No existe
proceso inspirador que no sea doliente. No nacen los niños lavados,
perfumados y con trajes de puntillas.
¡Formar hombres y mujeres es, después de crear hombres y mujeres,
lo más importante que en esta vida se puede hacer!
Como un ejemplo de lo que debieran ser los contenidos clave de un
programa docente diferente (y en mi opinión no peor que los vigentes)
para un joven universitario me atrevo a proponer lo siguiente:
dividir el proceso de formación en tres partes (no necesariamente
iguales en tiempo, ni en secuencia).
»» La primera parte, formada, a su vez, por otras cuatro:
• El conocimiento de lo sensible (FÍSICA)
• La herramienta de interacción con lo sensible
(MATEMÁTICAS)
• Los Sistemas de Conocimiento que en el mundo han sido
(FILOSOFÍA)
• El nuevo multipolo (GLOBALIDAD)
»» La segunda parte, de formación conceptual es el conjunto de
materias que dan sentido troncal al currícula, y es la que distingue
p.e. la formación de un Ingeniero a la de un Abogado, porque en
la primera parte no existe prácticamente diferencia.
»» En la tercera parte todo se pone al servicio del triunfo del futuro
egresado: carencias formativas específicas… Esta parte debe estar
en blanco y ser armada al llegar el estudiante a esta fase.
El segundo frente de la Anticipación acreditada de la Universidad,
es aquel en que la Universidad es pieza clave del cluster local. El cluster
local, a diferencia del cluster convencional, es el equipo de actores
o plataforma que ha de competir en lo global. Y ahí no valen excusas,
ya que no hay alternativa a la Universidad; no existe alternativa a una
concentración casi mágica de medios instrumentales y humanos. En
este sentido, la Universidad puede contribuir a la competitividad de
la Sociedad por ejemplo, en:
»» Formación a la carta (cediendo soberanía)
»» Emprendedurismo de sustitución
»» Ciencia con finalidad
»» Think Tank específicos de prospectivas
»» Alianzas Internacionales
Le he dedicado a esta mirada más tiempo y en especial a la concepción
de la formación porque es importante. Venimos de una cultura
en donde el discurso era que porque se investiga se enseña. Yo creo
que no es exactamente así, para ser Profesor hay que estar en alguna
vanguardia de lo que está pasando, también en la Ciencia, pero no
exclusivamente.
La Universidad también ha de ser guardián del conocimiento como
si de un templo se tratara ¡quién lo va a hacer si no!, y ha de generar
conocimiento y diseminar debate sobre el mismo.
Como anécdota de esta mirada, “fuera de toda demanda oficial”,
creamos en la UPV el Aula de Humanidades, ofreciendo la responsabilidad
de la misma al que sin duda es hoy el Luis Vives del Siglo
XXI Valenciano, D. Agustín Andreu, que hizo una impresionante labor
de publicaciones y difusión humanística y filosófica.
Siete Miradas a la Universidad
Universidad del Valle 65 años de Excelencia
Siempre me ha interesado mucho el fomentar el humanismo en
la UPV que es una Universidad “dura” tecnológicamente hablando.
Como anécdota nuestros Honoris Causa son en su inmensa mayoría
músicos, pintores, astronautas, poetas, escritores, políticos, bailarines,
cantantes, cineastas, cardenales… (bueno, cardenales solo hubo
uno, el Cardenal Tarancón, pero valía por varios).
LA MIRADA DEL ESPECTADOR
Cada espectador tiene su propia mirada… hacia otra parte, y mira
de reojo solo a aquello que no le es del todo ajeno. Tarde para aprender
por ausencia de a quién enseñar y quizás porque uno añora
volver a la etapa del Alumno, aquella en la que dije que se aprendía
poco, para que además de recibir por honor y devolver por amor,
como es hoy mi caso en la Universidad del Valle, en Santiago de Cali,
también se pueda recibir por amor… y no devolver nada…salvo las
gracias a todos Uds.

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