De las cerca de 200 patentes que hay en Colombia, escasamente 20 son nacionales.
Septiembre 22/10 Más allá de la voluntad de académicos o de empresarios con visión, también se requiere de políticas que tracen el rumbo y que potencialicen este propósito que, además, debe ser nacional, fue una de las prinicpales conclusiones del foro que se organizó, en Medellín, este lunes, en la sexta Rueda de Negocios de Innovación Tecnológica Tecnnova.
Y aunque el escenario era el propicio para ahondar en el tema, un asunto como estos debe ocupar un alto porcentaje de la agenda que, en ciencia y tecnología, ha asumido Colombia, pues buena parte de la ventaja alcanzada por otros países tiene en este punto la diferencia.
Jaime Restrepo Cuartas, director de Colciencias; Darío Montoya Mejía, director del Sena; Juan Luis Mejía Arango, rector de EAFIT; y Juan Guillermo González Restrepo, vicepresidente Desarrollo de Negocios de Inversiones Mundial, fueron los encargados de analizar la realidad que en innovación experimenta Colombia. Este grupo contó con los aportes de Juan Camilo Quintero Medina, director ejecutivo de Tecnnova; y de Juan José Perfetti Del Corral, consultor y columnista, quien hizo las veces de moderador.
Para motivar la conversación, Juan Camilo Quintero comenzó con algunas cifras que comprometen bastante al país en el ítem específico de la innovación. Expresó que en 2010, Colombia ocupó el lugar número 68 en el Índice de Competitividad Global del Foro Económico Mundial, mientras que la calificación de este organismo en utilidad de patentes (por millón de habitantes) para la nación fue de 0.15 este año, cifra que antes se ubicaba en el 0.26, mientras que Costa Rica pasó del 0.89 al 2.61.
Juan Luis Mejía Arango pidió mirar estas cifras con lupa al argumentar que este país centroamericano ha contado en los últimos años con la llegada de empresas multinacionales. Y enfatizó en el hecho de que si se habla de innovación, hay que empezar a hablar de innovación en la educación.
Un ejemplo de esto, analizó el Rector de EAFIT, es el tema de las patentes. “Más que un fomento a éstas, considero que hay es un obstáculo para patentar en Colombia y esto me preocupa mucho porque de las 200 patentes que hay en el país creo que no llegamos a 20 de colombianos, el resto son de extranjeros”.
Dijo, también, que en este punto hay una falta de estímulo para que las universidades patenten. “En los procesos de acreditación ni se fijan cuántas patentes tienen las instituciones, para validar los grupos este tema prácticamente no funciona porque se le da mayor validez a un artículo publicado, aunque no tenga ninguna aplicación práctica”.
Solicitó, incluso, que algunos de los invitados el año entrante a esta ronda sean las autoridades encargadas de este tema de patentar. “Necesitamos que patentar no sea un obstáculo sino un fomento”, reiteró Mejía Arango.
El capital humano, la clave
El foro basó su metodología en una serie de preguntas formuladas por el moderador de Juan José Perfetti, quien hizo hincapié en aspectos relacionados, no solo con el cambio de políticas, sino de mentalidad. Una de las inquietudes formuladas fue: ¿qué le recomendaría al Gobierno para convertir a la innovación en locomotora del desarrollo?
Para el Rector de EAFIT, la clave está en incrementar la capacitación del capital humano y asemejó este aspecto con la carrilera que primero se debe construir para que, luego sí, pase la locomotora del desarrollo. “Dupliquemos y tripliquemos el número de doctores en Colombia. Los dineros del Estado se quedan en los pregrados y no llegan a los posgrados, que requieren de recursos frescos para financiar los segundos y terceros ciclos”.
Por su parte, Darío Montoya Mejía, director del Sena, consideró que es importante dar capacidad a las regiones, pues, a diferencia de Antioquia, no se están dando los procesos de innovación que promueve la integración universidad, empresa y Estado. “Esto no puede ser una tarea de dos o de tres ciudades”.
Jaime Restrepo Cuartas, director de Colciencias, recalcó en la importancia de implementar un modelo sistémico para que, de esa manera, pueda trabajarse en red. El ex rector de la Universidad de Antioquia manifestó la necesidad de que haya otros recursos y aseveró que hay que buscar otras formas de financiación, pero integradas. “Debemos tener una sola institucionalidad que maneje esta relación universidad, empresa y Estado”.
Sí hay un crecimiento
Y pese a que el panorama a veces se torna difícil, las cifras que se dieron el foro revelan que Colombia viene creciendo en capacidades de investigación. En ocho años, por ejemplo, pasó de 500 grupos a 5.200, igualmente sucede lo mismo con el número de investigadores al pasar de unos 300 hasta llegar a 2.800 investigadores de la generación del Bicentenario.
“De personas con doctorado estamos alrededor de 1.600 en Colombia y las curvas son siempre ascendentes en número de publicaciones internacionales en revistas arbitradas y en número de publicaciones en revistas colombianas indexadas. En proyectos presentados este año fueron 10.500 de 2.000 que se presentaban en 2002, luego la capacidad científica está aumentando mucho, pero el Estado no tiene capacidad de respuesta porque el presupuesto sigue siendo muy bajo”, detalló Restrepo Cuartas.
Es precisamente en el tema de formación donde se requiere que haya un cambio de mentalidad, pues el 90 por ciento de los doctores están en las instituciones de educación superior, según Juan Luis Mejía, algo que pidió revisar porque estos profesionales son necesarios en otros espacios.
“Debemos llegar a formar 1.000 doctores por año, pero además la capacidad de recibirlos y que no se concentren solo en las instituciones de educación superior”, reconoció Restrepo Cuartas.
El PIB, bajo en ciencia y tecnología
Según el Observatorio Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación actualmente Colombia dedica el 0,16 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) en estos rubros, cifra que sigue siendo baja y con la que se tienen muchas expectativas.
Para poder ser una locomotora del desarrollo del país necesariamente hay que apuntarle a la consolidación financiera de la institucionalidad, comentó Restrepo Cuartas, y, por eso recordó que existe un proyecto para que el 10 por ciento de las regalías sean para ciencia, tecnología e innovación, lo que elevaría el PIB al 0,5 por ciento.
Frente a este tema, el rector Juan Luis Mejía apuntó que las universidades apoyan esta propuesta de las regalías que se generan por la bonanza de recursos no renovables como la minería y el petróleo, porque es convertir este capital económico en un fondo de conocimiento que se le puede transferir a las futuras generaciones.
Fuente: EAFIT
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