El año de 1991 marca un hito especial para la defensa y garantía de
los derechos humanos de los niños, las niñas y los adolescentes en Colombia: se
promulga la Constitución Política en la que se define un nuevo ordenamiento político
y jurídico a partir del reconocimiento de la Nación colombiana como un Estado
Social de Derecho, y se sanciona la Ley 12 de 1991 mediante la cual se
incorpora en la legislación interna la Convención Internacional sobre los
Derechos del Niño de la Naciones Unidas, que establece la forma en la que deben
ser tratados y atendidos todos los niños y las niñas del mundo en los diferentes
ámbitos de su vida, a partir su reconocimiento como sujetos de derechos.
Desde ese mismo año surgen en el país varias iniciativas para reformar
el Código del Menor, Decreto 2737 de 1989, con el propósito de ajustarlo a los
nuevos mandatos constitucionales en materia de derechos humanos y a los preceptos internacionales de la Convención sobre los Derechos
del Niño, en la que precisamente se describen esos derechos y se establecen los
compromisos que los Estados deben cumplir para garantizarlos.
A pesar de los diversos esfuerzos emprendidos durante más de 15 años
por entidades gubernamentales, organizaciones de la sociedad civil y organismos
internacionales, esta reforma sólo se logra llevar a cabo en noviembre de 2006
con la aprobación del Código de la Infancia y la Adolescencia, Ley 1098 de
2006.
Para la Alianza por la niñez colombiana y UNICEF, es motivo de
especial satisfacción entregar a la ciudadanía el texto comentado de esta Ley,
en la medida en que por más de cinco años las dos organizaciones acompañaron el
proceso de reforma del Código del Menor ya derogado. Más allá del logro que
significa haber conseguido profundizar en el mandato constitucional que
establece la prevalencia de los derechos de los niños, niñas y adolescentes
sobre los derechos de los adultos, la sanción de esta ley supone la responsabilidad
de las autoridades con su aplicación efectiva como garantes de derechos y la
corresponsabilidad de la sociedad y de la familia para que se procuren las
condiciones materiales y espirituales necesarias para que todos los niños,
niñas y adolescentes en Colombia puedan vivir su niñez como personas íntegras,
dignas y felices.
Sabemos que la ley es apenas un paso en el camino del reconocimiento
de niños, niñas y adolescentes como sujetos de derechos y que la norma como tal
no es suficiente para generar los cambios culturales profundos
que se requieren en el escenario de lo público y de lo privado para
que los menores de 18 años sean tenidos en cuenta en las decisiones que afectan
su presente y su futuro.
Es por esa razón que esta edición comentada quiere trascender la
mirada jurídica para acercar la perspectiva de la ley a los asuntos de la vida
cotidiana, que es en la práctica en donde ocurren los sucesos importantes en la
vida de los seres humanos. Este trabajo ha sido realizado por Beatriz Linares
Cantillo, a partir de su participación como miembro de la mesa de redacción del
Código que conformó la Alianza por la niñez colombiana en 2003 y de los
numerosos diálogos, encuentros, talleres y conferencias que ha realizado a lo
largo y ancho del país en los últimos años, en su tarea de difusora de
la Ley y promotora de derechos humanos.
Los comentarios son, en ese sentido, el resultado de las reflexiones
realizadas con defensores de familia, jueces, comisarios de familia, madres
comunitarias, personeros, jóvenes, niños, niñas, operadoras de servicios sociales,
funcionarios públicos, académicos y expertos en niñez de organismos
internacionales.
Tratan de recoger, de una manera sencilla, las inquietudes que surgen
del nuevo texto legal y las preguntas que se suscitan de cara a su
implementación. Algunas opiniones y comentarios de la autora, compartidos o no
por la Alianza y UNICEF, son parte de un debate saludable que recogemos y
entregamos a la opinión pública para que sea esta la que se haga su propio
juicio sobre la riqueza de la ley, pero sobre todo para que trascendiendo la
ley, haga suyo el compromiso de trabajar en la defensa y garantía de los
derechos de todos los niños, niñas y adolescentes en Colombia.
A nombre de la Alianza por la niñez colombiana y de UNICEF, queremos
agradecer a la autora por este importante aporte a la discusión sobre el
Código, al igual que a todas las personas que directa o indirectamente han
participado en su elaboración.
PAUL MARTIN
Representante para Colombia
UNICEF
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